La industria alimentaria trabaja a destajo
Las empresas industriales del sector alimentario, especializadas en la transformación, procesamiento, y la distribución de alimentos, siguen trabajando a destajo para asegurar el abastecimiento
La llegada de la crisis del coronavirus a la industria española, ha alterado completamente el mercado de la industria alimentaria en nuestro país.
El cierre del 100% de los establecimientos hoteleros, hostelería y restauración ha producido un descenso importante de los pedidos a la industria alimentaria, que se han visto compensados por el aumento considerable de los pedidos para las grandes superficies.
En una situación más normal, el balance debería ser el mismo, ya que la misma población consume una cantidad similar de alimentos, pero los hábitos de la población recluida en sus hogares han cambiado y se compran mayores cantidades de productos para llenar las despensas particulares, así como para minimizar las salidas y la exposición a contagios. Esto tiene una consecuencia directa, un aumento de la exigencia a la cadena de distribución de alimentos que trabaje a destajo para satisfacer la demanda actual.
Las fábricas de la industria alimentaria se enfrentan al reto de satisfacer la demanda actual de pedidos de las grandes superficies, que piden a mayores para asegurarse disponibilidad y minimizar el riesgo de desabastecimiento de la población. Lo hacen, además, con menos recursos humanos disponibles por la cantidad de gente que trabaja desde sus domicilios o por posibles contagios entre sus empleados.
Fábricas de huevos, productoras de galletas, pan, yogures, queso o embutidos, así como la distribución de frutas, verduras, la carne y el pescado, todo el sector primario está a tope de su capacidad, contratando, generando empleo y doblando turnos para satisfacer la demanda tanto nacional como internacional.
El punto en contra es que la cadena de suministro se ha visto seriamente afectada, muchas empresas se han visto obligadas a cerrar por "Fuerza Mayor" y les faltan proveedores y numerosos repuestos en las fábricas de procesamiento de alimentos.
Los responsables de compras de la industria alimentaria tienen el reto de la búsqueda a contrarreloj de proveedores alternativos a los habituales, a un precio razonable, manteniendo la calidad y con un corto plazo de entrega, además de tener que homologarlos como proveedores, que siempre lleva cierto trabajo de validación.
Además, la logística está teniendo grandes dificultades para cumplir los plazos de tránsito, y aunque la prioridad del sector es asegurar el suministro a la industria alimentaria, sanitaria y centros hospitalarios, está habiendo muchas dificultades en el sector.
Un grupo de empresas que también están trabajando a destajo son las auxiliares de la industria alimentaria, aquellas empresas de fabricación de cartones y envases alimentarios, mantenimiento, de fabricación de máquinas para el sector, limpieza y desinfección que están reforzando sus trabajos y actividades para satisfacer las necesidades de la industria alimentaria.