El ruido en la industria
¿Cómo sabemos si un ruido es dañino o no? ¿Qué puede ocurrirnos si no cuidamos nuestros oídos durante la jornada laboral?
Esta sección estará dedicada a repasar los distintos riesgos a los que están expuestos los trabajadores en nuestra industria, hoy hablaremos del ruido.
El ruido que se produce constantemente dentro de las industrias puede provocar daños severos en la audición de los trabajadores de forma directa, e incluso ser la causa de otro tipo de accidentes debido a la obstaculización de las comunicaciones entre operarios.
La pérdida de capacidad auditiva parcial o total es una de las enfermedades más frecuentes entre los trabajadores. El ruido se define como una sensación auditiva inarticulada que desagrada al que lo escucha. Es un sonido molesto, queinterfiera en la comunicación entre las personas y pueda resultar perjudicial para la salud del oído y por lo general tiene una intensidad alta.
Las disposiciones mínimas para la protección de la salud y la seguridad de los trabajadores frente al riesgo por la exposición al ruido lo regula la norma RD 2018/2006 de 10 de marzo.
Todos los trabajadores, incluidos los de oficina, estamos expuestos a riesgos derivados del ruido como consecuencia del trabajo.
La exposición repetitiva a niveles altos de ruido o las exposiciones puntuales a niveles muy altos de ruido son los que originan daños en la salud de los trabajadores.
¿Qué nos puede pasar si nos vemos expuestos a este agente físico?
- Daños auditivos, es decir la pérdida de audición. En la mayor parte de los casos, es una pérdida de audición temporal (fatiga auditiva), esta se va recuperando poco a poco. Pero también hay numerosos casos de pérdida de audición permanente que llegan incluso a la sordera en casos extremos.
- No auditivos, tanto físicos como psíquicos. Son menos comunes, y a veces es difícil relacionar el síntoma con la causa: fatiga, alteraciones en el aparato cardio-respiratorio y metabolismo, acidez, disminución de agudeza visual, pérdida de concentración, ansiedad, mareos, etcétera.
Para evitar estos riesgos derivados de la exposición al ruido deberán eliminarse en su origen o al menos reducirse al nivel más bajo posible las fuentes, actuando y siempre por este orden, en el lugar de emisión del ruido, el medio de transmisión y la zona en la que se encuentra el trabajador.
¿Qué medidas preventivas podemos aplicar? Es decir, ¿Cómo combatirlo?
Es necesario tomar una serie de medidas cuando la maquinaria que hay que usar en el lugar de trabajo produce un sonido que supera lo recomendable.
- El foco emisor:Se puede intentar llevar un mantenimiento frecuente de la máquina para que no alcance un nivel de decibelios elevado cuando funcione. Mejora de los métodos de trabajo, mediante un rediseño, mejoras (añadiendo por ejemplo amortiguamientos o aislamientos) o sustitución de equipos ruidosos. Pero también podemos llevarlos el foco emisor fuera de la zona de trabajo, como suele ocurrir con la sala de compresores, o si no es posible moverlos, encapsularlos. Muchas veces, un armario a medida es la mejor solución.
- El medio de transmisión: Si no es posible actuar sobre el foco emisor, hay que reducir su transmisión mediante el empleo de pantallas, cerramientos, recubrimientos, o uso de sistemas de absorción.
- La zona en la que se encuentra el trabajador: Reducción del tiempo de exposición y la intensidad de la exposición. Mejoras en la organización del trabajo, así como la instalación de aislamientos y sistemas de absorción.
- Ya en último caso, y tal vez sea lo más importante y fácil de realizar,se debe recurrir a la utilización de protectores auditivos individuales (EPIS) si no son efectivas las soluciones técnicas.
Dentro de los distintos elementos que debes usar para trabajar, si hay sonidos molestos debes colocarte tapones homologados dentro del canal auditivo o cascos que te aíslen de todo ruido que puedas captar en tu zona de trabajo.
Este material debe ser proporcionado por la empresa a los trabajadores de forma obligatoria y es responsabilidad de estos tenerlos puestos cuando estén expuestos al sonidos estridentes o elevados. Existen distintos tipos.
Las orejeras están constituidas por dos casquetes aislantes hechos casi siempre de plástico y un arnés de metal o plástico que los une. Suelen ser regulables para adaptarse a la cabeza de cada individuo y aislan el pabellón auditivo con la espuma aislante que rellena los casquetes. Estos últimos están almohadillados para ser más cómodos al usuario.
Los tapones se colocan en el canal auditivo externo. Suelen estar fabricados con un material blando. De esta forma se pueden aplastar al introducirlo en la oreja y estos se adaptan al tamaño de tu canal auditivo. También suelen estar unidos mediante un cordón o algo similar.
¿Cómo sabemos si un ruido es dañino o no? Hay que medirlo con un sonómetro y compararlo con los valores límites de exposición diaria. Ya que el nivel de ruido no es constante, hay que obtener el valor de ruido continuo equivalente y los valores máximos o picos.
- Si el valor de ruido continuo equivalente es menor de 80 dB o el máximo es menor de 135 dB, estamos en una buena situación y sólo exige el control periódico para no desviarse.
- Si el valor de ruido continuo equivalente es mayor de 80 dB y menor de 85 dB o el máximo es mayor de 135 dB y menor de 137 dB, requiere de acciones correctivas.
- Si el valor de ruido continuo equivalente es mayor de 85 dB o el máximo es mayor de 137 dB, exige acciones correctivas inmediatas.
OJO: En la determinación de la exposición real del trabajador al ruido, se tendrá en cuenta la atenuación que procuran los protectores auditivos individuales utilizados por los trabajadores. En cambio, para los valores de exposición que dan lugar a una acción no se tendrán en cuenta los efectos producidos por dichos protectores.
Como conclusión tenemos que decir que el ruido es un problema muy serio y que hay muchos trabajadores que no hacen caso de las recomendaciones de seguridad respecto a este problema.
Fuentes: LexNova, http://noticias.juridicas.com