El Gobierno de Asturias definirá nuevos usos vinculados a la innovación para antiguas explotaciones mineras
La Consejería de Ciencia creará en septiembre una mesa de trabajo con empresas y expertos para fijar el aprovechamiento de las infraestructuras sin actividad. Borja Sánchez apuesta por definir un mapa de pozos, galerías y equipamientos que puedan ser reutilizados como ecoparques científico-tecnológicos y centros de I+D+i.
La Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad elaborará un mapa de pozos, galerías y explotaciones mineras en desuso que puedan albergar proyectos singulares para contribuir a la reconstrucción de Asturias. Para ello, convocará en septiembre una mesa de trabajo sobre el aprovechamiento de antiguas infraestructuras mineras y planteará, como experiencia piloto, la instalación de invernaderos para el cultivo subterráneo.
El consejero Borja Sánchez ha informado sobre esta iniciativa en la visita que ha realizado hoy a las instalaciones de Orovalle, en Belmonte de Miranda, una de las empresas que participará en la mesa de trabajo y a la que ha puesto como ejemplo de explotaciones que pueden liderar iniciativas innovadoras para el futuro de la comunidad.
A la mesa de trabajo se invitará a todas las compañías vinculadas al sector de la minería, junto con el Gobierno de Asturias y otros agentes implicados. El objetivo es aprovechar las galerías e instalaciones en desuso para desarrollar proyectos alineados con la nueva estrategia industrial europea y su doble transformación: ecológica y digital.
Sánchez ha apuntado que la condición es que los proyectos sean multidisciplinares, generen empleo y valor añadido, y que, además, sean sostenibles y económicamente viables. Esta propuesta sigue la línea anunciada en octubre del pasado año, en la primera comparecencia en la Junta General, donde el titular de Ciencia adelantó el deseo del Principado de convertir viejas explotaciones mineras en laboratorios y polos de innovación.
Nuevos planteamientos
Además de ideas que ya se han apuntado, como el proyecto de geotermia que lidera Hunosa en el pozo Barredo, o el almacén de medicamentos para el que se postula el municipio de Aller con el pozo Santiago, la consejería planteará a la mesa de trabajo iniciativas que vayan un poco más allá. La idea general es crear ecoparques científico-tecnológicos y centros de I+D+i que incluyan no solo el aprovechamiento de galerías subterráneas, sino también equipamientos de investigación.
Una de las propuestas que se estudiará está vinculada al sector agroalimentario, con la instalación de invernaderos en viejas galerías mineras. Ya existe alguna experiencia internacional, como el programa Growing Underground, que aprovecha los bunkers londinenses de la Segunda Guerra Mundial. A más de 30 metros de profundidad, se ha creado el huerto bajo tierra más grande del Reino Unido, donde se realizan distintos cultivos, se empaquetan y se comercializan.
Otro proyecto que ha apuntado el responsable de Ciencia es la instalación de un centro de investigación subterráneo, siguiendo el modelo estadounidense del laboratorio Dusel, en una mina de Dakota del Sur, donde se realizan investigaciones punteras a más de 2.000 metros de profundidad sin las interferencias de partículas de la superficie terrestre.
El primer paso es conocer los pozos, galerías o explotaciones que pueden ser recuperables. Para facilitar ese trabajo, se elaborará una ficha en la que se detallarán aspectos como la geometría de dichas infraestructuras o el diseño de la explotación, la geología hidrogeología, e las condiciones ambientales y estructurales y otros aspectos como la situación de las concesiones y autorizaciones administrativas.
Borja Sánchez anima a las compañías del sector a participar en el grupo de trabajo con el fin de impulsar la iniciativa público-privada, con proyectos viables y competitivos, que puedan atraer fondos europeos para la reconstrucción del Principado.
El consejero estuvo acompañado durante la visita por la directora general de Orovalle, Nuria Menéndez, y por el director de operaciones de la compañía, Rubén Collar. Borja Sánchez ha agradecido a Orovalle la implicación en proyectos de investigación con la Universidad de Oviedo y su disposición a colaborar en la definición de propuestas innovadoras.