¿El cambio de hora es sinónimo de ahorro de energía?
Dos veces al año, los europeos estamos obligados a adelantar y atrasar los relojes para el ahorro de energía en iluminación
La idoneidad del cambio de hora está avalada por varios estudios de la Comisión Europea, y el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) estima que, solo en España, puede ahorrar hasta 300 millones de euros. Sin embargo, son muchas las organizaciones que cuestionan su eficacia.
¿Sirve realmente para algo que movamos las agujas del reloj?
El cambio de horario, tal como hoy lo conocemos, se remonta al año 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo. Entonces, algunos países decidieron adelantar sus relojes para aprovechar mejor la luz solar. Poco después, en 1981, se aplicaba ya como directiva en toda la UE.
Pero, ¿en qué medida nos ayuda al ahorro de energía? Según el IDAE, dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, el potencial de ahorro en iluminación en España puede llegar a representar un cinco por ciento de nuestro consumo eléctrico, lo que equivale a unos 300 millones de euros. De esa cantidad, 90 millones corresponden al potencial de los hogares, y suponen unos seis euros por hogar. Los 210 millones de euros restantes se ahorran en los edificios del sector servicios y en la industria.
Sin embargo, no son pocas las organizaciones que cuestionan las supuestas bondades de esta medida. Una de ellas es WWF, ONG ecologista que considera que el cambio de hora no tiene ningún impacto sobre el ahorro y la eficiencia.
El horario de Canarias, para toda España.
Ignacio Buqueras, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, tampoco ve con buenos ojos el cambio de horario vigente. Según ha dicho a Servimedia, el adelanto y atraso de los relojes tiene una repercusión pequeña en materia de ahorro energético. En su opinión, lo importante es que España, de una vez por todas, tenga el uso del tiempo que le corresponde de acuerdo con los meridianos.
Consejos para ahorrar todo el año.
Independientemente del cambio de hora, el IDAE recomienda hacer un uso racional de la energía y asegura que seguir determinadas pautas y hábitos nos ayudaría a ahorrar hasta 100 euros al año, sin renunciar al confort. Os recordamos algunos de sus consejos:
- En invierno, abrir las ventanas solo el tiempo necesario para ventilar las habitaciones. Diez minutos suelen ser suficientes.
- Apagar la calefacción por la noche y no encenderla hasta que esté la casa ventilada, a la mañana siguiente. - Instalar, si es posible, dobles ventanas o doble acristalamiento. Este simple gesto permite ahorrar un 20 por ciento de energía.
- Sustituir las bombillas incandescentes (que, desde el 1 de septiembre, no se fabrican en la UE) por otras más eficientes. Una lámpara de bajo consumo de 11 a 15 vatios puede ahorrarnos, a lo largo de su vida, alrededor de 68 euros.
- Purgar los radiadores al menos una vez al año, ya que el aire contenido en su interior dificulta la transmisión del calor desde el agua caliente al exterior.
- Por último, el IDAE aconseja limpiar con regularidad las fuentes de luz: la suciedad acumulada dificulta su correcta difusión.