Diez predicciones sobre la industria española para 2022
El editor me plantea el reto de predecir cómo será el desempeño de la industria en 2022. Son muchas las cuestiones acerca de las cuales me interpela: mercado internacional, cadena de suministros, energía, sostenibilidad, digitalización, empleo, competitividad, reconversión, financiación y fondos europeos.
El crecimiento de la economía española en 2021 no ha sido el esperado, debido a la persistencia de la pandemia, los elevados costes de las materias primas y la energía, la rotura de las cadenas de suministro, y el nulo efecto de los fondos europeos en la economía productiva. Si en 2022 no se encauzan favorablemente los retos que indico, tenemos el riesgo de instalarnos en un período de estanflación.
1. Mercado internacional
La pandemia está teniendo un impacto relevante en los negocios internacionales, desde el cierre de fronteras que retrasa y complica la gestión de los proyectos, hasta las tensiones geopolíticas. La tendencia a la regionalización de la economía está reduciendo la inversión de las grandes compañías en el exterior. Los proyectos internacionales, cada vez tienen más riesgo y menor margen.
2. Cadena de suministros
Las consecuencias de la externalización de la producción en Asia se han percibido en 2022. Los cuellos de botella en los suministros se seguirán produciendo, tanto más cuanto que los nuevos desarrollos tecnológicos requieran de recursos naturales lejanos y escasos, con procesos de extracción y beneficio que impliquen elevados requisitos medioambientales. La redefinición de principios y estrategias para formular las cadenas de suministro ha de ser una oportunidad para reindustrializar la economía europea.
3. Energía
Sólo con el viento y el sol, España no alcanzará la independencia y competitividad energética que precisa para impulsar su industria. Se precisa un decidido impulso a la energía nuclear, lo que requiere prolongar la vida de las centrales existentes y abordar nuevos desarrollos. Confiar el suministro eléctrico a renovables más ciclos combinados de gas no le conviene a España. El hidrógeno está llamado a ser el combustible y vector energético del futuro, su despliegue en términos de generación y distribución es una oportunidad para reducir la dependencia energética de España de terceros países.
4. Sostenibilidad
La dinámica hacia una economía con menor tasa de emisiones de gases de efecto invernadero por punto de PIB y mayor eficiencia energética es imparable. La cuestión esencial radica en adecuar los tiempos de transformación, evitando que la transición se convierta en una nueva reconversión industrial con pérdida de empleo y de generación de riqueza. El proceso necesita, para tener éxito, menos ideología, mejor tecnología y una eficaz gestión.
5. Digitalización
Digitalizar los procesos de negocio constituye una oportunidad única para reformularlos. La existencia de un amplio catálogo de herramientas facilitadoras de la industria 4.0 a disposición no garantiza el éxito en su implantación. Al digitalizar, considere que aborda una profunda transformación de su organización. Como todo proceso de cambio cultural, llevará tiempo.
6. Empleo
Subirán los costes laborales y cada vez será más difícil captar, desarrollar, motivar y retener talento en las empresas. El implacable invierno demográfico que padece Asturias, disminuirá la oferta laboral de forma progresiva. Serán menos los jóvenes atraídos por la industria, ante el creciente despliegue del más cómodo teletrabajo. Con mayor frecuencia, la empresa verá limitado su crecimiento por la falta de recursos humanos comprometidos y competentes. Revertir esta situación supone un gran reto para los empresarios y directivos. La solución no vendrá sólo desde la profunda reforma que requiere la formación para el empleo, se precisará la implicación de toda la sociedad para recuperar la importancia que tiene el esfuerzo para alcanzar el progreso personal y familiar.
7. Competitividad
España continuará perdiendo competitividad y cada vez será un territorio menos atractivo para invertir si no se corrige la actual deriva hacia una economía de servicios y subsidios, cada vez más dependiente del presupuesto público. Las diferencias entre territorios aumentarán. Las comunidades más industrializadas, más dinámicas y más abiertas al cambio serán las que progresen. Asturias, con una población envejecida, un complejo entramado público-privado, y una visión lúdica de la región, está en la encrucijada.
8. Reconversión
La industria intensiva en carbono, en el mejor de los supuestos, verá incrementar sus costes y perderá competitividad en los mercados. Por ello, cada vez con mayor frecuencia e intensidad, se producirán procesos de reducción de capacidad productiva y pérdida de empleo, con especial incidencia en la siderurgia, la producción de aluminio primario, la industria de la automoción y otros sectores intensivos en energía. Si la pérdida de producción básica se sustituye por la fabricación de productos de alto valor añadido y servicios avanzados, la transformación será un éxito.
9. Financiación
El estímulo fiscal y monetario está agotado en España. En el año 2022 disminuirán los programas de compras de activos, subirán los tipos de interés y será más difícil para las empresas acceder a la financiación, especialmente si no son capaces de generar flujos de caja positivos. En 2022 llegará la hora de la verdad: o el negocio es rentable, o se encaminará al cierre.
10. Fondos Europeos
El riesgo de que los fondos europeos se dediquen a financiar gasto corriente e inversión no sostenible de las Administraciones Públicas es muy alto. Si otra parte se destina a grandes corporaciones para impulsar proyectos cuyo grado de inmadurez tecnológica y estado pre-competitivo impediría su ejecución sin subvenciones, la inmensa mayoría del tejido empresarial español, formado por Pymes y microempresas, sólo percibirán un efecto tractor débil, tardío y temporal de los fondos europeos.
A modo de colofón, la única certidumbre esperable en 2022, y en próximos años, es el cambio permanente. Quien sea capaz de anticiparlo, o siquiera intuirlo, tendrá una valiosa ventaja competitiva, que se tornará en ganadora si es capaz de diseñar y operar organizaciones ágiles y flexibles. El libro de 2022 no está escrito, cada empresa redactará el suyo, que sea para bien es mi deseo.
Juan José del Campo Gorostidi
Doctor Ingeniero de Minas