Compra directa de energía eléctrica
Una alternativa a la forma tradicional de adquirir energía
Reducir el gasto energético se ha convertido en un factor clave para muchas empresas e instituciones públicas. Existen dos maneras de alcanzar este objetivo, mediante la implementación de medidas de eficiencia energética o adquiriendo la energía de manera más económica. Una manera de adquirir energía a menor coste es adoptando la figura de consumidor directo de energía eléctrica, que deriva en una reducción del gasto eléctrico de entre el 4 y el 10%.
La fórmula tradicional de adquirir energía pasa a través de una comercializadora, que se encarga de comprar energía al por mayor en el mercado mayorista (OMIE) y revenderla al por menor al consumidor final. En este proceso la comercializadora incluye sus costes de operación, mas un margen comercial que repercute al consumidor final.
Cuando una entidad adquiere un determinado nivel de consumo energético, en torno a 1 GWh/año bajo un mismo CIF, la fórmula más económica de adquirir energía es acudir directamente al mercado mayorista sin intermediarios. La operativa en el mercado eléctrico es compleja y por ello, el procedimiento habitual es contratar los servicios de un representante que, como agente del mercado eléctrico, operará en nombre del consumidor directo.
En Asturias ya adquieren energía como consumidores directos, empresas privadas del sector metal, centros deportivos, empresas del ciclo integral del agua y del sector maderero
Las ventajas de comprar energía directamente en el mercado son:
- Ahorro económico directo. Desaparece el margen de comercialización por lo que el consumidor directo adquiere la energía en el mismo mercado dónde compran las comercializadoras y al mismo precio, ya que en la subasta el precio no depende del volumen de compra. Además se eliminan algunos tributos que no se aplican al consumo directo, pero sí se aplican a la comercialización, por su actividad de lucro de compra-venta de energía. Los cargos que se evitan cómo consumidor directo son: el pago de la tasa municipal, la contribución al fondo de eficiencia energética y la aportación al bono social.
- Ahorro económico indirecto. Una óptima operativa en los diferentes mercados (mercado diario, intradiarios e intradiario continuo europeo) repercute en una reducción adicional del precio de la energía del consumidor directo. Por este motivo es fundamental la alineación de objetivos entre el consumidor directo y el representante, que se puede estipular de manera que el representante reciba sus honorarios en base al éxito de sus servicios.
- Transparencia. El consumidor directo está dado de alta con el operador de mercado (OMIE) y operador de sistema (Red Eléctrica Española), ambas entidades reguladas y que no se lucran con la facturación que emiten con respecto al mercado de energía eléctrica. En este sentido, la transparencia de todas las operaciones es absoluta. Además no existen contratos de permanencia que vinculen al consumidor con la compra directa de energía. En cualquier momento, se puede volver a adquirir energía a través de una comecializadora.
- Robustez en precio fijo: La energía se adquiere en un periodo determinado a través de los operadores del mercado de futuros (OMIP y MEFF). La energía y su precio pactado no se puede romper, como ha sucedido con precios fijos acordados con comercializadoras en el año 2018.
- Mayor garantía de suministro. El corte de suministro eléctrico se puede llevar a cabo por indicación de la comercializadora bajo un impago o por un error. Como consumidor directo se elimina la posibilidad de corte, ya que, en caso de impago a los operadores, se ejecutan las garantías depositadas pero no se lleva a cabo el corte de suministro. Otro motivo de corte son los fallos técnicos del sistema eléctrico. Frente a este tipo de cortes la ventaja que tiene el consumidor directo de energía eléctrica, es la de tener un contrato de ATR (Acceso de terceros a la red) directo con la distribuidora, que debe actuar conforme a la legislación vigente. En caso contrario, el consumidor directo puede acudir directamente al amparo de la CNMC, que defenderá los intereses de los consumidores en caso de existir cualquier tipo de irregularidad.
Las condiciones para adquirir la figura de consumidor directo bajo representación son:
- Firmar un contrato y poder de representación con un agente de mercado.
- Presentar garantías frente a operadores en forma de aval bancario, línea de crédito o seguro de caución por cuantía aproximada de 2 mensualidades de gasto eléctrico.
- Tener la capacidad de gestionar un mayor número de facturas ya que recibiremos facturas de los diferentes operadores.
- Consumo eléctrico mínimo entorno a los 85 MWh/mes.
Según datos de la CNMC el volumen de energía adquirido mediante la compra directa se ha duplicado en el último año y el listado de consumidores directos que publica y actualiza este organismo de manera mensual, no deja de aumentar.
En Asturias ya adquieren energía como consumidores directos, empresas privadas del sector metal, centros deportivos, empresas del ciclo integral del agua y del sector maderero. A nivel público el ayuntamiento de Avilés fue pionero en la compra directa de energía y ejemplo a seguir por otros ayuntamientos a nivel nacional.
La operativa en el mercado eléctrico es compleja y por ello, el procedimiento habitual es contratar los servicios de un representante que, como agente del mercado eléctrico, operará en nombre del consumidor directo
La gestión energética en la industria será un factor estratégico durante los próximos años. Será imprescindible para no perder la competitividad, estar actualizado de las fórmulas existentes de adquisición de energía: autoconsumo, acuerdos bilaterales con productores de energías renovables (PPAs), agregación de demanda y compra directa de energía, las cuales serán alternativas a la adquisición de energía tradicional, que se irán incorporando poco a poco a las empresas industriales.