¿En qué consistirá la alimentación del futuro? ¿Alguien se imaginaba que se podrían elaborar productos alimenticios con una impresora 3D? El año pasado, la startup de Pamplona, Cocuus, consiguió en alianza con otra empresa navarra, Foody’s, llevar a un supermercado el primer bacon vegetal bioimpreso. Suena increíble o, cuando menos, fascinante, que la tecnología sea una de las grandes protagonistas también de la dieta humana, pero es algo a lo que en adelante tendremos que ir acostumbrándonos.
Algunas de las tendencias y conceptos que se consideran parte de la alimentación del futuro incluyen alimentos sostenibles, proteínas alternativas, o tecnología de alimentos mediante la creación de productos alimenticios más saludables, personalizados y sostenibles. Esto incluye los producidos mediante técnicas como la anteriormente mencionada impresión 3D, la biotecnología y la ingeniería genética, entre otros; alimentos funcionales, el uso de la Inteligencia Artificial para optimizar la producción agrícola, prever demandas alimentarias, reducir desperdicios y mejorar la eficiencia en la cadena de suministro, etc.
A modo de resumen, se pueden ya sacar a la luz datos del año pasado con respecto al sector agroalimentario español. Partiendo de la base de un contexto geopolítico mundial arduo, a nivel nacional se han tenido que hacer malabares para mantenerse a flote. Un aumento cuasi desproporcionado en los costes de producción, concretamente en los energéticos, ha supuesto una disminución en la producción de alimentos de hasta un 1,8%, lo que la hace situarse un 2,3% por debajo de los niveles que había antes de la pandemia. Una situación alarmante que muestra la potencial fragilidad del ecosistema alimentario patrio.
Estos elevados costes, en cada uno de los eslabones de la cadena de suministro de los alimentos, ha supuesto, a la postre, una subida también para los consumidores y, por tanto, las empresas han tenido que modificar sus estrategias en lo referente a la innovación para adaptarlas a las necesidades más prioritarias que requiere el mercado.
A pesar de tanto desafío, la tecnología ha llegado al mercado. El denominado ‘foodtech’ se ha expandido en el territorio a gran velocidad, lo que ha permitido crear lazos entre instituciones públicas y privadas para conseguir transformar el sistema alimentario y colocar a España como un país líder a nivel mundial.
Dentro de este marco, grandes y veteranas empresas se unen a otras más pequeñas y nuevas, como startups, llevando a cabo lo que se conoce como 'corporate venturing', que aporta un aire de frescura y nuevas ideas a las empresas ya asentadas y el crecimiento y consolidación de las que recién empiezan. Un ejemplo es CAPSA.
El primer paso, la exploración
“Nos enfrentamos al uso masivo de tecnologías digitales, como la inteligencia artificial y la biotecnología, que van a transformar la manera de operar en el mundo de la alimentación y las posibilidades de desarrollo de producto para el consumidor final”, explica Rubén Hidalgo, director de emprendimiento e innovación abierta en CAPSA FOOD.
Desde su punto de vista, en el horizonte de unos seis a diez años, “tendremos la aparición de una industria alimentaria 'tecnológica' y debemos que entender muy bien qué papel vamos a jugar en ella y cómo vamos a armarnos de propiedad intelectual y ventaja competitiva. Esto nos permitirá mantener nuestra posición de liderazgo y de esta manera poder seguir dando futuro al socio ganadero, que es nuestro propósito organizacional”.
La marca Central Lechera Asturiana se sitúa como la tercera más escogida en el total de categorías en España. Se les plantea el desafío de seguir siendo relevantes desde el punto de vista de producto y función, pero también de modelo empresarial y propósito, para que el consumidor tanto de presente como de futuro siga confiando en la marca.
Tendremos la aparición de una industria alimentaria 'tecnológica' y debemos que entender muy bien qué papel vamos a jugar en ella
En 2020, CAPSA FOOD creó lo que ellos llaman un vehículo de inversión para el desarrollo de la alimentación, que no es otra cosa que el proyecto CAPSA VIDA, el cual sirve para demostrar el compromiso que la empresa tiene con la innovación. El reto es tratar de identificar el talento y el conocimiento externo para así emprender nuevas iniciativas que conviertan a CAPSA FOOD en actor protagonista de la alimentación que está por llegar. ¿Cómo? Ofreciendo soluciones personalizadas, sostenibles y saludables para el consumidor final.
CAPSA VIDA surge como proyecto de transformación a largo plazo de CAPSA FOOD, con dos objetivos concretos: mejorar la adopción de tecnología clave para la transformación del negocio y la exploración de nuevos motores de crecimiento.
Trabajan en cuatro verticales: el clima, incorporando tecnologías que permitan el desarrollo de productos bajos en carbono; la circularidad, a través de tecnologías que permitan la valorización de residuos y subproductos de su cadena de valor; la nutrición, con tecnologías e ingredientes para la mejora nutricional de los alimentos; y el consumo, desarrollando nuevos productos para nuevas comunidades de consumo.
Central Lechera Asturiana, se ha posicionado como una de las marcas líderes del mercado. ¿Qué elige el consumidor cuando se decanta por esta leche? “Cuando compramos un producto Central Lechera Asturiana sabemos que tiene una función clara, una serie de propiedades para nuestro organismo en términos de salud a largo plazo. Pero también eliges otra cosa, que es regenerar los pueblos, dar economía rural, trabajar con el ganadero, decides apoyar un modelo…”, señala Rubén.
A través de CAPSA VIDA, con una inversión de 2.9 millones de euros, en una Fase I se llegaron a analizar hasta 500 startups, de las cuales eligieron 24 con las que llevar a cabo colaboraciones efectivas y ocho operaciones de inversión. “En esta primera fase, la que denominamos, de exploración, tras ver más de 500 proyectos hemos abierto líneas con empresas emergentes en aquellos campos tecnológicos y de innovación que consideramos más relevantes para esta década”, asegura.
Buscaban “la adaptación de la tecnología frente a retos de sostenibilidad, productividad y salud; la exploración de nuevos negocios que queríamos incorporar en los próximos diez años y el impacto social”.
Lo encontraron en esas ocho startups en las que invirtieron, que son Pentabiol, Carbon Harvesters, Entomo Agroindustrial, Naria (Nadie sin su ración diaria), BaïaFood, Nucaps, GrinGrin Foods y Yowup.
Los 'compañeros de viaje'
En la vertical del clima quieren conseguir productos bajos en carbono, protectores de los ecosistemas terrestres y regeneradores de las comunidades rurales. Y lo consiguen a través de Carbon Harvesters, una plataforma de digitalización de explotaciones agroganaderas para optimizar su gestión, medir diferentes huellas ambientales y proceder a su reducción o mejora, así como una plataforma de apoyo a la biodiversidad y al incremento de aspectos sociales positivos en la dimensión rural.
Para esta misma vertical trabajan también con Pentabiol, entidad que se encarga del desarrollo de posbióticos con capacidad de modulación sobre la microbiota intestinal del animal para mejorar su sistema inmunológico y reducir el metano entérico. Está especializada en microbiología y ha codiseñado junto a CAPSA VIDA un posbiótico específico que muestra distintas mejoras tanto en el sistema inmunológico como en la productividad del animal, así como en la reducción del impacto ambiental.
En el plano de la circularidad quieren apoyar la creación de productos 100% circulares, y lo hacen en colaboración con Entomo Agroindustrial, una empresa emergente que se centra en la valorización de subproductos agroganaderos mediante la bioconversión basada en insectos, para el desarrollo de proteínas renovables para consumo animal y biofertilizantes para la agricultura regenerativa. Su labor consiste en la producción de insectos para la transformación de materia orgánica en materias primas de alto valor añadido.
Tras la apuesta de CAPSA VIDA por esta idea, en Asturias se va a ubicar un centro preindustrial para crear una biorrefinería basada en insectos con el objeto de valorizar subproductos no solo lácteos, sino de otras industrias agroalimentarias y de residuos sólidos urbanos. Con este proyecto, pretende poder abastecer de materias primas a mercados como el de biofertilizantes e ingredientes para mascotas.
Naria (Nadie Sin Su Ración Diaria) es una herramienta digital para la detección temprana de potencial desperdicio alimentario y su activación como producto para la donación, siempre y cuando esté en condiciones para el consumo humano. Ha mostrado su plataforma para digitalizar la gestión de excedentes alimentarios y donaciones digitales de alimentos en instituciones públicas y otros agentes mediante tecnología blockchain. CAPSA VIDA apostó por ellos en la línea de la economía circular, en anticipo a la nueva ley del desperdicio alimentario que el Gobierno de España está poniendo en marcha.
En cuanto a nutrición, una de las entidades elegidas por CAPSA VIDA fue Nucaps, startup que se encarga de la encapsulación de ingredientes para la mejora del perfil nutricional de los alimentos, como por ejemplo el uso de posbióticos en matrices alimentarias o reductores de sal y azúcar. Es una alternativa que permite reducir hasta un 40% la cantidad de sodio en los alimentos y fabrican, además, una proteína que reduce la absorción de azúcar un 25%. O probióticos microencapsulados que se pueden incorporar en alimentos manteniendo su funcionalidad después de los procesados industriales.
BaÏaFood, otra de las apuestas de CAPSA, se centra en el desarrollo de ingredientes funcionales con evidencia científica para acciones específicas de salud. Por ejemplo, el nuevo ingrediente denominado miraculina (DMB) sirve para la gestión de trastornos del gusto; está dirigido al segmento de la nutrición médica y sus resultados en los ensayos clínicos están visibilizando un impacto en la calidad de vida y en la salud del paciente oncológico sin precedentes.
Por último, en la vertical de consumo CAPSA consideró que YowUP era una de las indicadas. Su trabajo se basa en el desarrollo de productos lácteos para perros y gatos. Ha presentado el primer yogur de mascotas para el mercado español, comprado directamente al ganadero o a su cooperativa, sin intermediarios. Se trata de un yogur con prebióticos, sin grasa y sin lactosa, pensado para el bienestar de la mascota. De esta manera, CAPSA, que engloba a marcas como Central Lechera Asturiana, se incorpora al mercado de las mascotas, en un contexto de crecimiento de mercado a dos dígitos y donde se requieren de soluciones que aborden la salud intestinal y digestiva, la movilidad y salud muscular, la ansiedad y el estrés, entre otras áreas específicas.
También GrinGrin Foods fue elegida. Elaboran productos basados en ingredientes vegetales, consistente en cremas, loncheados y fundidos. Esta empresa emergente ha desarrollado un amplio surtido para afrontar el ensanche de diferentes categorías, basadas en la innovación y en el uso de distintos ingredientes vegetales.
Segundo paso: La Transformación
En esta segunda fase que arranca este año y se alarga hasta el 2026, fundamentalmente lo que persiguen es “la adopción de la tecnología de estos proyectos en cartera y el desarrollo de negocio que representan”.
Una vez superadas las pruebas de concepto y el test de mercado, entrarán en una fase de consolidación y crecimiento, donde su unidad de innovación abierta pondrá el foco en ayudar en ese camino y conseguir los objetivos estratégicos para Capsa Food.
La pregunta que se hacen es: “¿Cómo incorporamos tecnología a nuestra cadena de valor en un sentido de hacerla más circular, no solo generando cero residuos, sino revalorizando cada materia prima que utilizamos?”. Y a partir de aquí, “¿cómo podemos hacer esfuerzos adicionales en la transformación de nuestra cadena de valor para ser líderes en sostenibilidad ambiental, generando una nueva era de futuros productos bajos en carbono?”.
Además, se plantean de manera paralela regenerar los ecosistemas terrestres, calcular la línea base de biodiversidad y a partir de ella, ser un apoyo en su crecimiento. Pero fundamentalmente, añade Rubén, "¿cómo podemos trabajar para que en el futuro del medio rural haya como protagonista una comunidad dinámica, orgullosa del territorio, que sea agente de prosperidad y de bienestar? Así surge LaGranja_Lab.
La iniciativa LaGranja_Lab: el futuro del medio rural
Así como CAPSA VIDA es el brazo de inversión, donde invierten en las empresas, LaGranja_Lab es su laboratorio de innovación.
LaGranja_Lab tiene como objetivo específico la transformación del medio rural, crear las metodologías que permitan la adopción tecnológica, regulatoria y cultural por parte del ámbito rural y de esta manera reforzar que tenga futuro: “Principalmente tenemos que conseguir que el medio rural siga siendo productor de alimentos naturales, cada vez más bajos en carbono, siga protegiendo la biodiversidad y los ecosistemas terrestres y lo haga de una manera renovada, actualizada, que permita que las comunidades rurales se queden y sigan dando vida a nuestros pueblos”, señala Rubén.
Es por esto por lo que su primera línea de batalla es la adopción tecnológica: "Por eso trabajamos con las empresas de la cartera que entendemos que pueden tener un impacto más inmediato en nuestro cometido en el medio rural”.
Con ello no solo ayudan al desarrollo de su tecnología en el ámbito rural, sino que crean metodologías que permiten la adopción regulatoria de estas nuevas soluciones para que se puedan dar y sean motores de nuevas formaciones, itinerarios académicos, de empleo, etc.
Y por supuesto, asegura Rubén, “trabajamos en la adopción cultural, para que las gentes del medio rural formen parte activa de esta evolución en las nuevas formas de trabajar y no sujetos pasivos de los cambios que están por venir”.
CAPSA VIDA – Inno-health: el negocio de la salud
Han analizado que el vertical de tecnologías para la nutrición tiene unas posibilidades enormes en el desarrollo de soluciones en la frontera entre el sector salud y el sector alimentación. “Aquí vemos que se están desarrollando un conjunto de tecnologías y nuevos ingredientes que van a dar lugar a un nuevo sector que denominamos ‘Food Medicine’, con una capacidad de generación de negocio extraordinaria y un impacto muy significativo en uno de los retos de nuestro tiempo: envejecer mejor”, señala Hidalgo.
En este sentido han decidió establecer una alianza con la principal gestora nacional especializada en el sector de la salud, Clave Capital, para invertir en el nuevo fondo Inno-health, que está dentro del programa INNVIERTE de CDTI como uno de los tres mayores fondos patrios para la mejora de la transferencia de conocimiento a través de empresas emergentes.
“Invertir en el fondo directamente es la primera vez que lo hacemos en nuestra historia. De los tres fondos capitalizados por CDTI, nos centramos en el de nutrición y pasamos a liderar de manera industrial esta vertical. Esto nos permitirá seguir explorando tecnologías y capacidades con una fuerte propiedad intelectual y con músculo financiero, hasta dos millones por proyecto, para vencer el valle de la muerte que sufre este tipo de propuestas de valor de alta tecnología”.
Invertir en el fondo directamente es la primera vez que lo hacemos en nuestra historia. De los tres fondos capitalizados por CDTI, nos centramos en el de nutrición y pasamos a liderar de manera industrial esta vertical
Por primera vez van a unir dos conceptos: salud y alimentación; y es a través de esta simbiosis que propondrán una batería de tecnologías para hacer productos más saludables, que nos acompañen en el objetivo de tener mejores condiciones de vida y longevidad.